Wednesday, August 26, 2009

Sevgili

Vuelve. ¿Qué no ves como mi ser grita por tu llegada?¿Como anhela tu regreso? Te extraño.
Espanta los demonios que me atormentan en las frías noches con tan solo el simple y delicado roze de tus dedos sobre mi piel. Ahuyenta la tormenta, y la sombra escalofriante formada por sabe Dios qué cosa afuera. Calma mi ansiedad con un húmedo beso detrás de la oreja. Acaricia mi cabeza y dime que todo está bien. Recuerdame quién soy yo. Recuerdame que soy un legendario guerrero cual nombre los ecos no quieren repetir por el temor que causa, y que los hombres quieren olvidar porque los persigue en sus sueños, para que una vez recordado esto, pueda quitarme la armadura. Sí, para poderme desnudar ante tí, arrojar mi espada al suelo, pisotear mis títulos, abandonar en una esquina de mi habitación mi gloria, arrojar por la ventana mi orgullo. Y así sacar al pequeño niño inocente que en verdad soy. El pequeño niño miedoso e inseguro, que necesita tu cariño y protección. Saca de mi ser pues, mi estado más frágil y vulnerable. ¡Ya basta de tanto respeto y temor! ¡Ya basta! ¡Estoy hastiado de ser visto como alguien admirable y fuerte! Fuerte... fuerte ¿¡yo?! ¿Cómo ser llamado fuertes, amor, si en tus brazos me vuelvo tan débil?

No comments:

Post a Comment